Y volvemos de nuevo, es verdad que durante los últimos meses han cambiado mis rutinas, han aparecido nuevas aficiones, las vacaciones nos han cambiado los lugares y las prioridades pero quiero volver y contaros todo lo que pasa por mi cocina. Eso sí, no he publicado pero sí he seguido cocinando, y me gustaría seguir compartiendo con vosotros la aventura de comer cada día.
Seguimos pensando en comida y siempre desde distintos puntos de vista. Desde el punto de vista del cocinero que quiere disfrutar con sabores que nos sorprendan, pero también desde el punto de vista de una persona que quiere comer más sano. Es una de nuestra preocupaciones.
Nunca me ha gustado ser extremo y tengo en cuenta que lo más importante no es prohibir alimentos en nuestro alimentación, lo más importante es comer más aquellos alimentos que más nos aportan o nos dañan menos y reducir aquellos que no son los más adecuados o pueden ser tóxicos a largo plazo. El equilibrio entre comer de una forma divertida y equilibrada es lo que hará que nuestra dieta sea un éxito.
Menos carne, más verduras, más fruta. Usar pastas y harinas integrales, usar productos ecológicos si podemos. Reducir la grasa saturada. Estos son algunos de los objetivos que todos podíamos plantearnos para ir mejorando nuestra alimentación.
Hoy os ponemos un plato de pasta que improvisamos pero que salió realmente rico.
Ingredientes para dos personas
180 gr de plumas ralladas integrales, cocidas
500 gr de hojas de espinacas cocidas
200 ml de leche evaporada
unas cucharadas de aceite de oliva virgen extra
1/2 cebolla picada
1-2 dientes de ajo picado
1 cucharada de harina
nuez moscada recién rallada
pimienta negra recién molida
sal
queso grana padano rallado grueso
almendras laminadas tostadas
Rehogamos en una tartera con un poco de aceite de oliva virgen extra la cebolla y luego cuando la tengamos transparente añadimos los ajos bien picados y seguimos rehogando, sin dejar que tomen color.
Agregamos la cucharada de harina y la rehogamos, luego vamos añadiendo la leche evaporada. Incorporamos la pimienta negra, la nuez moscada y ajustamos de sal.
Añadimos las espinacas y dejamos que todo se integre bien. Si las espinacas llevan algo de agua no pasa nada piensa que aún tiene que evaporar todo junto.
Añadimos la pasta y dejamos que todo se caliente, ajustando nuestra salsa al gusto. Mientras en una sartén pequeña, sin aceite, doramos a fuego bajo-medio unas almendras laminadas. Rallamos grana padano.
Emplatamos en platos de pasta con almendras y queso por encima. También dejamos más queso y más almendras para los que necesiten más.