En esta ocasión hemos tomado la receta de uno de esos libros que cuando lo consigues (me lo regalaron), miras, remiras, estudias y buscas...pero no, no hay nada que te interese. Luego un día, después de haberlo sacado y ojeado muchas veces, empiezas a descubrir recetas y ese libro aburrido se convierte en muy interesante.
Esto me pasa mucho, y realmente no sé a qué se debe. Que mis gustos van evolucionando, puede ser, que a veces nos centramos en algún tema y dejamos de lado otros, quizás. O que somos un poco veletas.
Bueno, el libro en cuestión es "los fogones de josé andrés".Un cocinero del que vi muchos de sus programas y cuya cocina me encantó y me encanta.
En la receta nos habla de las cocas y las pizzas, básicamente de masas de pan a las que solemos poner una cobertura. La italiana suele tener tomate y queso y la nuestra no. Pero realmente a la hora de comer en mi casa no hay reglas: simplemente queremos una masa crujiente con algo sabroso encima.
En este caso tenemos una masa de pan enriquecida (con leche), cubierta con cebolla caramelizada, luego pimientos del piquillo y algo de queso (para confundirnos un poco más con esto de coca o pizza). El resultado es muy rico, hemos cortado unas tiras de la masa. Lo vemos más en porciones pequeñas, como entrante o parte de un buffet, por su sabor potente.
Ingredientes
1 taza de harina
1/2 taza de leche entera
1/2 cubo de levadura de panadería
1/2 cucharadita de sal
1 y 1/2 cebollas grandes en lonchas finas
aceite de oliva, cubriendo bien el fondo de la sartén
20 aceitunas negras
12 pimientos del piquillo en tiras de 1 cm.
16 filetes de anchoa en aceite
16 cucharadas de queso manchego rallado ( u otro a tu elección, evidentemente vale un parmesano o un grana padano)
La masa, como en otras ocasiones, puede necesitar algo más de harina. Eso lo veremos sobre la marcha, dependiendo del tipo de harina que usemos. Amasamos, dejamos levar, volvemos a amasar ligeramente y extendemos sobre la encimera enharinada. Luego la pasamos a la placa enaceitada.
La cebolla caramelizada es bien fácil y el aroma que dejará en tu casa bien vale dedicarle un buen rato. Cocinamos la cebolla a fuego medio bajo, removiendo de vez en cuando hasta que se caramelice. Si vemos que se empieza a quemar agregamos media cucharada de agua para que se dore uniformemente. Tardará un mínimo de 30 minutos pero merece la pena. Apartamos.
Precalentamos el horno a tope. A unos 250º.
Adaptando la receta extendemos la masa en forma de rectángulo y luego cortamos con el cortapizzas 8 porciones alargadas. Sobre cada una de ellas ponemos un poco de cebolla caramelizada y unas aceitunas partidas en trozos. Metemos en el horno hasta crujientes.
Cubrimos con las tiras de pimientos, las anchoas (dos por tira) y dos cucharadas de queso (dos por tira). Metemos en el horno 2 minutos.
Un chorrito fino de aceite de oliva.
Muy sabrosa y creo que la próxima será esta receta algo más adaptada a nuestra pizza de los domingos.
Espero que os guste. Un besote.