
Esto de la cocina es para algunos de
nosotros un deporte de riesgo. Nos dedicamos a adentrarnos en aromas que nos son
desconocidos y a veces pues pasa lo que pasa o "no me ha gustado mucho, esto está solo
riquito pero no me dice nada", o "que es lo que hecho, nunca más", o " no veas como está esto,
pa chuparse lo dedos".
Pues me he sacado un libro de la biblioteca "Mil colores, mil sabores. Cocina india" de Monisha Bharadwaj y editado por Intermón Oxfam. Es un libro con buenas fotos, con recetas en principio fáciles, que no utiliza especias difíciles de encontrar. Y hace unos días hice la primera receta: pollo al cardamomo. La primera de la opciones: está rico pero...no le veo nada interesante. Hoy hemos hecho este otro pollo, cuya elaboración me parecía algo atrevida porque además de llevar leche de coco que te garantiza el éxito, tenía una gran cantidad de coco rallado que había que tostar. Aquí entrábamos en un terreno inexplorado, habría que cuidar que no se quemara....no sería la primera vez que se queman las especias. Pero... voila, nos ha encantado y tanto mi mujer como mi menda hemos decidido que pronto lo repetiremos. Ya no será tan arriesgado pero no tengáis la menor duda de que el atrevido jantonio subirá otras montañas como éstas.
Ingredientes para cuatro:
- 4 pechugas de pollo en cubos unos 3 x 3 cm.
- Unas cucharadas de aceite de girasol para el rehogado y otras para el salteado del pollo.
- 125 g de coco rallado seco
- 150 g de cebolla en rodajas, una cebolla
- 1 cucharada de garam masala (nuestra versión casera)
- 2 cucharaditas de pasta de jenjibre y ajo. Majando ambos ingredientes a partes iguales. Dos ajos y un trozo de chile fresco de 2-3 cm.
- 1/4 cucharadita de chile en polvo. Para mí es suficiente pero pon la mitad y luego aumentas si quieres, así nunca te pasarás.
- 1/2 cucharadita de cúrcuma en polvo
- sal
- 300 ml de leche de coco sin endulzar.
Hemos sacado nuestro
wok (ya empezamos bien), calentamos el aceite y salteamos la cebolla a fuego alto hasta que se oscurezca sin quemarse. Añadimos el coco rallado, el
garam masala y la pasta de
jenjibre y ajo y damos vueltas hasta que todo coja un tono oscuro. Bajé el fuego por miedo a que se quemara pero fue bien. Apartamos del fuego y dejamos enfriar algo la mezcla antes de pasarlo por partes por el
túrmix. Reservamos.

Limpié el wok para eliminar restos de coco, calentamos unas cucharadas más de aceite y agregamos el pollo para dorarlo por todas partes, luego añadimos el chile, la cúrcuma y la sal.
Incorporamos al wok la mezcla de coco y cebolla, agregamos agua, un vaso más o menos, para que el pollo pueda cocer durante 10-15 hasta hecho, dependiendo de lo grueso que lo hayas cortado.
Después incorporamos la leche de coco y calentamos sin que llegue a hervir, dicen que es posible que se corte la leche de coco, aunque no me ha pasado nunca.
En indio se llama Mangalore gassi. Y Monisha nos cuenta que Mangalore es una población india que ha creado una cocina particular basada en el coco y que es muy popular en todo el país.
Pero nosotros solo te podemos contar que disfrutamos comiendo este pollo en salsa con arroz basmati.