Solomillo de cerdo con salsa al cava

Esta receta es de uno de los libros de cocina más conocidos en España: "1069 recetas" del conocidísimo Karlos Arguiñano. Un libro, que ya tiene sus añitos, y que cuido como oro en paño porque junto con el de "1080 recetas de cocina" de Simone Ortega fue de los primeros que me compré. Ambos recetarios extensos de cocina casera y rica.

La receta es muy sencilla, aunque he aumentado la cantidad de salsa porque ya que nos ponemos...y algún toque le hemos dado. El sabor suave y sabroso, que últimamente comemos poca carne.

Ingredientes para los dos de siempre

1 solomillo de cerdo

200 ml de nata líquida

1/4 kg de champiñones

2 dientes de ajo

200 ml de cava

aceite de oliva suave

sal

pimienta recién molida

sal maldon

En la cazuela de hierro con un poco de aceite doramos dos ajos enteros a los que le habremos dado un golpe, coge unos hermosos que luego los colocaremos a la vista. Reservamos.

Doramos la carne por todos lados y lo reservamos al calor.

En el mismo aceite rehogamos durante unos diez minutos los champis laminados. Reincorporamos el solomillo, agregamos el cava y cocemos durante diez minutos más.

Ahora añadimos la nata, cocemos unos diez minutos. Probamos de sal.

Cortamos los solomillos, acompañamos de la salsa. Encima de la carne un poco de sal maldon. Encima de la salsa ese ajo refrito que nos supo a gloria y un poco de pimienta. Esto del ajito le encantó a mi Loli.

Cuando presenté el plato me acordé que alguien dijo que en España sólo olía a ajo. La verdad es que algunas veces, como hoy, sí .Y a mucha honra.

Croquetas de calamares en su tinta, esta vez con la receta

Publico rápido para que veáis esta maravillosa receta.

Hace unos meses las probé en uno de los restaurantes mejores de Mallorca y en cuanto las degusté supe que podría hacer una versión fácil.

Fui buscando y solo pude encontrar un comentario en un blog, alguien las había hecho con una lata de calamares. No intenté buscar proporciones y me guié por mi instinto. Hice la misma bechamel que para mis croquetas de bacalao, que quedaron estupendas y le añadí las latas de calamares.

Mi primera idea era picar los calamares pero los que compré no tenían trozos demasiados grandes y prevalecía la idea de hacerlo fácil, y la impaciencia.





Aquí están antes de freír.

Ingredientes para unas 20 croquetas

25 g de mantequilla

25 g de harina

150 ml de leche entera y caliente

pizca de sal y pimienta

3 latas pequeñas de calamares, de 80 g cada. Si usáis una marca de calidad mejor.

guindilla, aunque usé un ají ecuatoriano

harina para rebozar

1 huevo batido con una pizca de sal

pan de unos días rallado (en la picadora), no muy molido para que quede crujiente

Hacemos una bechamel, esta vez no pusimos la cebolla de siempre. Luego agregamos las tres latas de calamares, con todo su jugo. Ajusté de sal, pimienta y picante.
Tuvimos que remover la mezcla algo más de lo que hicimos en las últimas croquetas, debido a la salsa que habíamos añadido, sobre unos diez minutos o hasta que consigamos una consistencia espesa.
Pasamos a una bandeja. Tapamos con un film transparente al que le hacemos un agujeritos con un cuchillo. Dejamos enfriar y luego lo mandamos a dormir a la nevera. Me gusta hacerlas la víspera para terminarlas al otro día.
Al otro día. Volcamos la masa sobre la encimera enharinada, cortamos en cuatro tiras que giramos con si fueran masas de pan, redondeándolas. Cortamos del tamaño adecuado. Pasamos por huevo batido y pan rallado.
Freímos en aceite de oliva suave a 190º en tandas de 5.



Una delicia, hoy mismo he comprado otras latas de calamares. Creo que tenerlas congeladas para invitados sería una idea excelente.

Croquetas de calamares en su tinta, versión con truco

Perdonadme, pero se me publicó sin querer el título.

Tenía otras que publicar antes, pero para enmendar el fallo, estas croquetas serán las próximas.

Hasta pronto.

Tortitas de calabacín

Unas magníficas tortitas que he recuperado. Las conocía desde hacía años e incluso se los puse a toda mi familia como parte de los aperitivos de una navidad. Pequeñas, nada pesadas y muy sabrosas.

Acompañé con una salsita de yogur rápida, con un intenso aroma a ajo y fresquita, recién sacada de la nevera, que lo convirtió en toda una experiencia.

El libro es otro de esos de Anne Wilson. Este se llama "Meze" que por si alguien no lo sabe son unos aperitivos que se comen por Grecia, Turquía y Oriente Próximo. Un despliegue de sabor mediterráneo.

Aquí os dejo una foto de la masa, para que veáis la textura, aquí una cucharada justo antes de caer en la sartén.

Ingredientes para unas 20 tortitas

2 calabacines medianos

1 cebolla pequeña

30 g de harina de fuerza

35 g de queso parmesano rallado ( el original el kefalotyri pero por aquí como que no)

1 cucharada de menta fresca picada

2 cucharaditas de perejil fresco picado

1 pizca de nuez moscada

25 g de pan rallado

1 huevo

aceite de oliva suave para freír.

Rallamos con el rallador grueso los calabacines con la piel y la cebolla. Ponemos el rallador sobre un paño limpio con el que luego vamos a retorcer bien los calabacines y la cebolla para extraer todo el líquido que podamos (el paño queda para lavar).

Mezclamos el calabacín, la cebolla, la harina, el queso rallado, la menta y el perejil picados, la nuez moscada, el pan rallado, el huevo batido en un cuenco grande. Salpimentamos generosamente.

Trabajamos la mezcla con las manos hasta que se convierta en consistente. La mezcla al principio es bien espesa pero conforme pasa el tiempo se va licuando, por eso os digo que no la preparéis con antelación o habría que recuperar su espesor con más pan rallado y/o harina.

Calentamos el aceite en una sartén y vamos friendo cucharadas rasas de la mezcla a fuego no muy alto. Le damos una vuelta a cada tortita y en unos 3 minutos la tenemos.

En este tipo de platos siempre hacemos unas pocas de prueba, para ver cómo están. En este caso necesitaron un poco más de sal.

Sobre la salsa: en el mortero majamos un ajo sin el germen, con un poco de sal gorda y menta seca, añadimos un yogur natural, sin el líquido libre, mezclamos y a la nevera. Mejor desde un rato antes. Esta quedó una intensidad de ajo como la de una alioli, si no os gusta tanto con medio ajo bastará.

Espero que os guste tanto como a nosotros. Un besote.

Fatayers y calzone con lomo adobado

Esta fue la experiencia de nuestro domingo pasado, que es nuestro día de la pizza. Como prometí aproveché para, con la misma masa, hacer nuevos fatayers, esas empanadillas árabes que tanto nos han gustado.

La masa es la de siempre, como parte de harina de garbanzos, que hicimos la víspera y subió lentamente en la nevera.

El relleno totalmente improvisado reunió unos filetes de lomo adobado y unas hojas de espinacas que teníamos por la nevera. Todo fue al horno juntito y en unos minutos tuvimos un calzone precioso y unos aperitivos bien ricos.

La masa, marca de la casa:

200 g de harina de fuerza

50 g de harina de garbanzos

1 cucharadita de miel

2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

1 y media cucharaditas de sal

agua

1/4 de cubo de levadura fresca si la haces la víspera y duerme en la nevera, 1/2 si la haces la misma mañana

aquí el vídeo de cómo la hacemos

El relleno

1/2 cebolla picada

aceite de oliva virgen extra

5 filetitos de lomo de cerdo adobado en dados

100 g de hojas de espinacas frescas

un chorro de zumo de limón

sal y pimienta

orégano seco

salsa espesa de tomate (solo para el calzone)

1 bola de mozzarella (solo para el calzone)

Rehogamos la cebolla en aceite de oliva hasta que coja un poco de color, luego añadimos el lomo, salteamos rápido. Luego agregamos las espinacas, el zumo de limón, el orégano, salpimentamos. Dejamos cocer un poco, enfriamos. Debemos tener cuidado que nos quede bien escurrido.

La masa hay que sacarle antes del frigo para que recupere la temperatura.

Para los fatayers extendemos la masa sobre la encimera enharinada, dejamos fina y cortamos con unos redondeles de 8 cm. Los pasamos a la placa enaceitada, pintamos los bordes con un poco de agua y ponemos una cucharadita de relleno en el centro, cerrando en tres picos que se unen en el centro. Después de cerrar pintamos con aceite.

Esta masa fue mucho más fácil de manejar que la que hicimos para los fatayers de espinacas, con diferencia.

Para el calzone extendemos la masa primero en la encimera, pasamos a la placa. Pintamos con la salsa de tomate la mitad del redondel, dejando borde. Ponemos el relleno, encima la mozzarella desmenuzada. Pintamos el borde con agua. Cerramos el calzone con un "intento de repulge" (hay que practicar), pintamos con aceite de oliva y hacemos un agujerito arriba que nos sirva de chimenea.

Al horno a 230º hasta que todo quede dorado.

Feliz domingo.

Pastas de manteca

Unas galletas con manteca, sí. No estaban demasiado azucaradas y aguantan un montón guardadas en una lata. Además salen bastantes con estas cantidades. Las encontramos en el blog de Nenalinda del blog "siguiendoanenalinda", un blog al que seguimos y que es estupendo.

Era la primera vez que hacía unas galletas de este tipo y no quise ponerles adornos por encima, las quise probar tal cual, sin ni siquiera azúcar glace por encima.

Ingredientes

500 g de harina

230 g de azúcar

2 yemas

1 huevo entero

Ralladura de un limón

250 g de manteca de cerdo a temperatura ambiente

1 pizca de sal

1 huevo batido para pintar

Mezclamos la manteca con el azúcar y batimos con las eléctricas hasta que consigamos una crema. Seguimos batiendo mientras añadimos las yemas, una a una, luego el huevo entero.

Incorporamos la ralladura y la sal. Por último la harina tamizada.

En este punto mezclé primero con una cuchara y luego amasé en la encimera, terminé formando una bola, en la que mi hijo dejó su marca.

Algo bueno de estas galletas es que no necesitaron reposar en el frigo, pudimos extenderlas sin esperas sobre la encimera bien enharinada y cortamos con un cortapastas redondo. Son un poco más gruesas que otras galletas.

Coloqué en un bandeja de horno con papel vegetal. Pintamos con el huevo batido y horneamos a 200º durante unas 20 minutos o puede que un poco menos según se porte tu horno.

Como siempre las hice con mi niño, mi Rubén, que disfrutó elaborando estas galletas y marcando su manita en la masa.

Antes.

Después.

Aquí, de fondo había risas.

Spaguettis con tomate, mozzarella y huevo frito

Esta es una de esas receta que no me atrevo a publicar. Uno de esos días en lo que no has previsto nada, que no tienes tiempo, pero que tienes que cocinar algo hecho por ti. O quizás decides disfrutar de la primavera, hoy hace un maravilloso día en Palma para pasear, y olvidarte de pasar demasiado tiempo elaborando la comida.


Y para esto he creado una nueva etiqueta: MFI, Más Fácil Imposible, recetas que no tienen ningún tipo de complicación, aquellas que antes no salían y ahora verán las luz, a ver que os parecen.

Ingredientes

200 g de spaguettis

1 bote de tomate frito de calidad

1 bola de mozzarella, 125 g

2 huevos L

aceite de oliva 0,4º para freir

sal fina y maldon

unas ramas de perejil para decorar

Algo tan fácil como cocer la pasta al dente, unir con el tomate caliente y mezclar bien.

Aparte no hacemos dos huevos fritos en aceite bien caliente.

Montar un plato con los spaguettis con el tomate calientes, en la cúspide de la montaña ponemos lonchas de mozzarella y encima el huevo frito escurrido de aceite y muy caliente para que funda un poco nuestro queso.

Por encimita del huevo un poco de sal maldon o un poco de parmesano rallado también le va bien.

Y además de tiempo conseguiremos bastante energía para seguir disfrutando de este bonito día.

Una ensalada griega

Con la primavera y algunos rayos de sol que nos han alegrado ya van llegando las ganas de comer bien sano con una ensalada. Espero que os guste.

Tenía tres recetas de esta ensalada tradicional griega por delante y todas con matices diferentes y también elementos comunes. Así que me decidí a coger las variaciones que más me gustaban y con ellas hice una ensalada colorida y bien rica, de sabores potentes.

Ingredientes

1 paquete de lechuga variada y colorida, de los que vienen listos para comer.

3 tomates kumato en gajos

1 trozo de pepino en rodajas muy finas

1 trozo de cebolla roja en juliana fina

unas cuantas aceitunas negras, preferiblemente de "kalamata", son unas griegas que están buenísimas. Pero valen otras que os gusten.

100 g de queso feta que corté en triángulo pequeños, aunque podéis hacer cubos al tamaño que os apetezca

6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

2 cucharadas de zumo de limón

1 diente de ajo majado

una pizca de azúcar

sal y pimienta

perejil fresco picado

orégano seco

Primero con los ingredientes de la vinagreta hicimos una emulsión en un tarrito con tapadera, a modo de coctelera.

Luego ponemos en el fondo de la ensaladera la lechuga, luego los tomates, el pepino, la cebolla, las aceitunas. También el queso.

Incorporamos casi toda la vinagreta, mezclamos un poco todo. Espolvoreamos con el perejil y el orégano. Terminamos de incorporar toda la vinagreta y servimos.

Feliz primavera y cuidado que la sangre...

Croquetas de bacalao

Son unas sencillas croquetas de bacalao. Muy fáciles de hacer y eso es que lo que me ha conquistado.

La víspera hice la masa, realmente solo 5 minutos moviéndola en la sartén. La colocamos en una bandeja, durmió en la nevera.

Al otro día fue formarlas, con facilidad, y freírlas en tandas de 5 en unos minutos hasta que se doraran.

El resultado 14 maravillosas croquetas de bacalao. Además el bacalao era un lomo de los congelados y ya desalados que no nos dió nada de trabajo.




Este era el aspecto de las croquetas antes de freírlas, ya apuntaban maneras.

Ingredientes

1 porción de bacalao de entre 150- 180 g desalado y congelado. Lo saqué la noche antes y se descongeló como toca en el frigorífico. Limpiamos de pieles y espinas y picamos.

25 g de harina

25 g de mantequilla

150 ml de leche caliente

1/2 cebolla picada

una pizca de sal

pimienta recién molida y nuez moscada al gusto

aceite de oliva de 0,4º

1 huevo batido

harina

pan rallado

En una sartén de fondo grueso derretimos la mantequilla y rehogamos la cebolla durante unos 10 minutos sin que llegue a tomar color.

Añadimos la harina y damos unas vueltas, luego incorporamos la leche y el bacalao picado y bien escurrido, moviendo continuamente durante 5 minutos.Salpimentamos y ponemos la nuez moscada.

Pasamos a una bandeja. Cubrimos con un papel transparente para que no se forme costra, al que le hacemos unos agujeros con un cuchillo para que también respire un poco.

Cuando se haya enfriado la mandamos a dormir a la nevera.

Al otro día, enharinamos ligeramente la encimera y ponemos la pasta de las croquetas encima. Cortamos tiras, que rodamos sobre la harina, como si fueran colines. Cortamos del tamaño de croqueta que queramos y pasamos por huevo batido y pan rallado.

Luego freímos de 5 en 5 en una sartén pequeña con aceite de oliva, que las cubra, a 190º (es que tengo un termómetro, es una buena inversión, os lo aconsejo). Unos minutos hasta que se doren.

Como véis no terminé de decidirme por el mejor plato para la foto y puse los tres.

La receta es de "La cocina práctica del bacalao. 100 recetas inolvidables", un librito que termino consultando de vez en cuando.

Además inaguramos nueva etiqueta: "Bacalao", ni más ni menos. El pescadito se gana solo su protagonismo, y ya tengo pensada la próxima receta.

Tortilla de espinacas

En uno de mis libros de cocina árabe había visto una tortilla de espinacas. Con la sencilla idea de unir las espinacas en crudo, hierbas, unas pasitas y unas nueces troceadas.

La mía no es igual porque hemos aprovechado el resto del relleno de nuestras empanadillas pero el resultado ha sido buenísimo. Para la cenita, tanto en bocata como acompañado por una ensaladita.

Así que seguimos de verde, con las ricas espinacas. Por cierto, nuestra amiga Marcela de "For the love of food, travel and wine"me ha dicho que ella puso este relleno de cobertura en una pizza. Creo que aún podemos encontrarle más utilidades. Si alguien se atreve por favor que nos lo cuente.

Ingredientes para dos personas

100 g de hojas frescas de espinacas picadas

1/2 cucharada de aceite de oliva

1 cucharadita de zumo de limón

1/2 cucharada de sumaq, aunque puedes puedes usar semillas de cilantro molidas o una mezcla de tus especias favoritas

un cuarto de cebolla picada

2 cucharadas de piñones

sal

4 huevos, suelo usar L

Aceite de oliva virgen para formar la tortilla

El relleno, como en los fatayers, consiste en picar la cebolla y las espinacas y unir con el resto de ingredientes.

Unimos con 4 huevos batidos y formamos nuestra tortilla jugosa en una sartén de fondo grueso con un poco de aceite de oliva virgen.

Con esta entrada quiero inagurar una nueva etiqueta: Cocina MFI, o sea, Más Fácil Imposible. Serán recetas para estudiantes, para los que no quieren liarse mucho, para los que no quieren perder tiempo o simplemente no lo tienen.

Fatayers de espinacas

Las típicas empanadillas árabes que hemos sacado de un libro,"Cocina Libanesa de ayer y de hoy", de Andrée Maalouf y Karim Haïdar.

Estamos hablando de una masa de pan que extendemos con rodillos, cortamos como si fueran galletas y rellenamos con una mezcla en crudo de espinacas, piñones... Luego irá al horno.

Así que son pocas las calorías, muy sanas. Además descubrimos una especia nueva y de la que ya nos había hablado Juana, de la Cocina de Babel, en sopa egipcia muy especiada : el sumaq, zumaque, summaq, zumac (de todas estas formas lo he visto escrito)un polvillo burdeos de sabor ácido, con un aroma muy nuevo para mí. Me ponía una cucharada y fuí prudente y puse solo una cucharadita pero creo que podemos usar la cantidad indicada sin problemas.

La verdad es que me ha costado, eso de hacer el triangulito tiene su cosa y hay que cogerle el tranquillo pero volveremos a intentarlo con otros rellenos, a ver si nos soltamos un poco.

En cualquier caso, quiero dedicárselo a mi amigo Juan porque el triangulito parece un tricornio y porque van de verde, podéis imaginaros a qué se dedica "er juanito".

Ingredientes

Para el relleno

200 g de espinacas frescas

50 g de cebolla picada. Un cuarto de cebolla

20 g de piñones. Unas 4 cucharadas

1 cucharada de zumo de limón

1/2 cucharada de aceite de oliva

1 cucharada de sumaq, aunque solo le puse 1 cucharadita (prescindible pero aconsejable)

sal

Para la masa

200 g de harina

1/2 cucharadita de azúcar

1/2 sobrecito de levadura de panadería o 1/2 cubo de levadura fresca

150 ml de agua templada

1 cucharada sopera de aceite de oliva

sal

El relleno es sólo picar la cebolla y la espinaca, que es lo que se tarda más y unirlo al limón, el aceite, los piñones, la sal y nuestra especia nueva.

La masa es masa de pan y las indicaciones son las mismas que para cualquiera de mis pizzas. Luego cuando la tengamos extendemos con rodillo sobre la encimera bien enharinada (importante), corté con un vaso de 8 cm de diámetro y pasamos a la placa (puse un papel vegetal).

Allí ponemos una montañita de relleno en el centro, pintamos los bordes de los círculos con agua y unimos las tres esquinitas, una por una para, que queden unidas en el centro.

Luego al horno fuerte 220-230º hasta que estén doradas. En unos 15 minutos.

Al final, bien ricas estas empanadillas, muy sanas. Al principio, hay que invertir algo de tiempo para aprender a darles forma pero por lo demás no hay complicación. Creo que aprovecharé la masa de la próxima pizza para hacer alguna otra.

Además me quedó la mitad del relleno, y lo usé para hacer una tortillita que os pondré proximamente.

Galletas de colacao y chocolate

Hace unos días Capisi de "Che que bo" nos deleitó con un festival de galletas muy ricas. A partir de su receta base me puse por la tarde, el sábado llovía a mares por Mallorca, con mis dos peques.Fuimos improvisando y cambiando los ingredientes y le agradezco a Carolina la inspiración con esas galletas tan bonitas. Al enseñársela a mis niños eligieron, sin duda, las de chocolate.

Cuando vi cacao pensé que usar colacao sería una buena forma de conquistar los apetitos de mis niños. Cuando después de haber mezclado todo se me ocurrió poner chocolate en trocitos fue cuando los niños gritaron : ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡sí!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Ingredientes para 24 galletas hermosas

200 g de mantequilla a temperatura ambiente

100 g de azúcar

3 cucharadas de colacao

1 huevo

1 pizca de sal

300 g de harina tamizada

50 g de chocolate negro en trocitos pequeños

Batimos con la eléctrica la mantequilla en pomada con el azúcar hasta cremoso. Luego añadimos el colacao, el huevo, la sal y seguimos batiendo.

Incorporamos la harina tamizada, homogeneizamos con una cuchara y al final añadimos los trocitos de chocolate. Formamos una bola, podemos poner sobre la encimera y usar un poco las manos pero conviene no darle mucho calor. Ahora dividí la bola en dos, las aplasté un poco para que se enfriaran antes y las envolví en film transparente.Las metí en la nevera durante 30 minutos y fue suficiente.

Luego saqué primero una bola y fui haciendo pelotas del tamaño de una nuez que puse sobre el papel vegetal, en la placa del horno, y aplasté con los dedos de mi mano (bien limpitos), dejando la marca. Salieron dos placas.

Metemos en el horno, precalentado a 180º, entre 15 y 20 minutos. En mi caso 19 minutos. Luego a enfriar a la rejilla.

Creo que aún quedan dos en la caja de galletas pero les quedan un suspiro.

A los niños les han encantado. Un besote.

Calzone relleno con colores

Esta vez hemos hecho un calzone no es el primero aunque no tengo la práctica de las pizzas. Y nos ha salido algo rico. Tras la última pizza y alentado por vuestros comentarios sigo coloreando mis pizzas.

Con él me presento al evento mensual, HEMC 52 cuya anfitriona es Irene de Sabor Impresión. Y como el tema me interesa (La Pizza) pues allá voy. Espero que os guste.

Sobre la masa os diré que es sólo de trigo y porque me equivoqué. Había comprado dos harinas en Müller, ambas ecológicas, de la misma marca, una de centeno y otra de trigo, y me confundí. Al final, puse la de fuerza y el resto (la quinta parte) fue de harina de trigo normal. Y quedó muy rica, recuerdo que Peter Reinhart aconsejaba reducir la fuerza de esta forma en alguna de sus pizzas.

Sobre el relleno: pimientos, de tres colores que había comprado en un pack, con piñones, un rulo de queso de cabra, perejil, tomillo....esto tiene que estar bueno sí o sí.

Ingredientes

280 g de una masa que hemos hecho con:

200 g de harina de fuerza

50 g de harina de trigo de todo uso

1/2 cubo de levadura fresca

1 cucharadita de miel

2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

1 y 1/2 cucharadita de sal fina

agua templada

El relleno:

1/2 pimiento amarillo en cuadraditos

1/4 pimiento verde en cuadraditos

1/4 pimiento rojo en cuadraditos

1/2 cucharadita de tomillo seco

2 cucharadas de piñones

aceite de oliva virgen para saltear

unas cucharadas de tomate espesa

200 g de queso de cabra, un rulo

unas ramitas de perejil picado

aceite de ajo para pintar

un poco de grana padano para rallar

Unimos los ingredientes de la masa en un bol hasta homogeneizar, luego amasamos durante unos 5 minutos sobre la encimera. Formamos una bola que dejamos reposar en un sitio caliente, sobre todo, si no tenemos mucho tiempo.

Mientras salteamos los pimientos junto las piñones, el tomillo en un poco de aceite. Retiramos y cuando se enfríen unimos con el queso troceado y el perejil picado.

Cuando subido amasamos de nuevo brevemente, extendemos con un rodillo para formar un círculo grande que pasaremos a la placa del horno del revés y enaceitada.

Pintamos con el aceite de ajo, cubrimos la mitad de salsa de tomate, dejando el borde libre.

Agregamos la mezcla de pimientos y queso, también en la misma mitad de la masa y respetando el borde libre.

Cerramos el calzone, pintamos con aceite de ajo, rallamos un poco de grana padano por encima y hacemos un agujerito que nos sirva de chimenea.

Horneamos a 230º hasta dorado.

Muslitos con miel al limón

Por lo visto es un clásico griego, o eso nos dice Anne Wilson en uno de esos libritos que vendían en todas tiendas de libros y revistas, "Cocina Griega", no se comieron el coco mucho para el título.

Estamos hablando de unos muslitos macerados en una mezcla de miel, limón, romero y ajo; si es toda la noche mejor. Luego nos pedía que lo metiéramos al horno, o , en parrilla pintándolos con el líquido de maceración. Para terminar cociéndolos en el horno junto con una salsita que hemos espesado.

Al final, hemos conseguido un platito sabroso con una salsa muy rica. Aunque sí es verdad que damos gracias al que inventó el lavavajillas.

Pensando en las técnicas de cocción que nos proponen y después de haberlos hecho creemos lo importante es dorarlos primeramente, por lo que la primera opción es nuestra plancha. Después todo cocerá junto con la salsa para integrar los sabores: lo hice en el horno pero unirlo en una cazuela, agregando un poco más de agua si es necesario sería quizás más fácil.

Ingredientes

1 kg de muslitos de pollo

1/4 taza de aceite de oliva

1/3 taza de zumo de limón

1 cucharada de miel

1 cucharada de romero seco

1 cucharadita de orégano seco

4 dientes de ajo, en rodajitas

1 cucharadita de concentrado vegetal. Usé este de Amiloquemegustaescocinar, aunque la receta original pone 1 cubito de caldo de pollo

2 cucharaditas de harina de maíz

1/2 de agua

1 taza son unos 250 ml

Mezclamos el aceite junto con el limón, la miel, las hierbas y el ajo.

Después de lavar nuestros muslitos los unimos con la mezcla anterior y los dejamos macerar si puede ser toda la noche, si no podemos conformarnos con unas horitas.

Los escurrimos, reservamos la marinada.

Doré los muslitos en la plancha durante 30 minutos, intensidad media, dorándolos por todos lados y pintándolos con la marinada. Reservamos al calor.

Preparamos la salsa uniendo en un cazo el jugo que quede en la plancha, el resto de la marinada y el caldo concentrado. En un cuenco unimos el agua con la maizena, trabajamos hasta homegeneizar (con tenedor) e incorporamos al cazo. Cocemos 5 minutos moviendo de vez en cuando, hasta que espese.

Para terminar puse los muslitos en una fuente de hornear, salseamos y cocemos durante entre 15 y 20 minutos.

No os olvidéis de comprar pan en abundancia.

Pulao de gambas

Un sencillo plato de arroz indio, de tipo pilaff, rico y ligeramente especiado. Lo hemos hecho varias veces y siempre nos ha gustado.

Sobre las recomendaciones para usar el arroz basmati en este tipo de preparaciones os dejo un enlace con otra de mis entradas, basmati aromático, donde hago referencia a una especialista en el tema Monserrat Sariola.

Ingredientes para cuatro

250 g de arroz basmati

500 g de gambas peladas. Usamos unas ultracongeladas y al vacío que me convencen bastante, descongeladas

1 cebolla grande picada

500 ml de caldo de pescado que hemos hecho con una cabeza de merluza y unas verduras

1/2 cucharadita de quindilla en polvo

1/2 cucharadita de cúrcuma molida

1 cucharada de semillas de cominos

2 cardamomos

3 clavos

aceite de girasol o de oliva pero suave

sal

hojas de cilantro para adornar, me gusta romperlas con las manos, no picarlas a cuchillo

Lavamos el arroz y lo dejamos cubierto de agua, en remojo.

Mientras limpiamos la gambas y las embadurnas con la cayena, la guindilla y sal que habremos unido anteriormente.

En una olla de fondo grueso calentamos el aceite, unas cucharadas, y freímos las gambas hasta doradas. Reservamos.

En el mismo aceite sofreímos la cebolla junto con el comino, los clavos y el cardamomo durante unos 5 minutos. Escurrimos el arroz y lo incorporamos para seguir sofriendo unos 3 ó 4 minutos más. Luego incorporamos el arroz. Salamos. Tapamos y esperamos a fuego fuerte que llegue a ebullición. Entonces bajamos al mínimo y mantenemos hasta que se absorba todo el líquido, serán unos 11 minutos.

Cuando esté a punto de terminar incorporamos las gambas, mezclamos y dejamos unos minutos de reposo.

Nos queda emplatar y decorar con hojas de cilantro.