Os traigo otro pastel griego, ya hemos probado la spanakópita (de espinacas), las pequeñas tirópitas, ahora le toca el turno a la prasopita, el de puerros.
El más conocido sería un relleno de puerros y queso envuelto en pasta filo, ese un día lo haremos pero esta vez hemos hecho una versión de Kozani, ciudad de Macedonia occidental, aún más sencilla que la de la pasta filo.
Consiste en sofreír unos puerros aromatizados con hierbas y que luego mezclamos con sémola, huevos y queso. Luego por encima unos pedacitos de feta y al horno. Nos encontramos con un pastel vegetariano, sano, aromático y fácil de hacer. Una tentación que no debéis dejar pasar.
Ingredientes
6 puerros
100 gr de queso feta (usé esta vez uno especial para ensalada y vino muy bien)
50 gr de sémola de trigo
2 hojas de laurel
100 gr de queso gruyere rallado
3 huevos
1 manojo de eneldo fresco picado
3 cucharadas de pan rallado
7 cucharadas de aceite de oliva virgen
sal y pimienta
Limpiamos los puerros de tierra, dejamos parte de lo verde y cortamos en rodajas. Rehogamos en el aceite a fuego medio durante 5 minutos, salpimentamos, añadimos el laurel y el eneldo y dejamos 10 más. Retiramos el laurel.
Añadimos la sémola, removemos, añadimos los huevos batidos y mezclamos a fuego bajo. Luego incorporamos el queso, removemos pero retirarmos dejándolo aún sin cuajar del todo.
En un molde para el horno cubrimos el fondo con pan rallado para evitar que se pegue. Volvamos nuestro relleno, alisamos la superficie. Ponemos dados de nuestro queso, en nuestro caso eran trocitos pequeños pero otras veces hemos puesto dados mayores.
Metemos a 220º durante unos 30-35 minutos a altura media, aunque al final hay que subir la bandeja para que se dore.
Espero que os guste este pastel que he sacado de "Grecia. La cocina mediterránea" de Fabien Bellahsen y Daniel Rouche". Es un pastel que he hecho dos veces y que admite fáciles variaciones. La combinación de vegetales y quesos es para mí una agradable y sana combinación en la mesa.
Un besote.