Tortillitas de bacalao

Con estas tortillitas quiero presentarme al concurso de tapas que organiza Carolina de Che que bo. Un concurso que nos promete un recetario excelente para comer de tapitas este verano.


En Cádiz son típicas las tortillitas de camarones, se comen en Sevilla aunque allí también se comen las tortillitas de bacalao. Siempre suelo tender a hacerlas como se hacen las de camarones, con su harina de garbanzos, con su cebolleta pero esta vez he intentado ceñirme a la receta y nos ha salido una tortita crujiente y bien sabrosa.

El libro esta vez es "La cocina de las abuelas" de María Galiana (la abuela del Cuéntame) que publicó un recetario de platos tradicionales andaluces. Aunque también recurrí a fuentes más cercanas: para las tortillitas de bacalao llamé a mi hermana Eva, que las hace mucho y que vive en pleno barrio de Triana; también hice unas papas aliñas y llamé a mi suegra, que hace las mejores según algunas voces.

Ingredientes

un paquete de migas de bacalao, puesta en remojo desde la noche anterior

2-3 dientes de ajo picados

perejil abundante picado

6-7 cucharadas de harina de trigo

agua calentita

azafrán molido o colorante alimentario amarillo

aceite de oliva para freír

Escurrimos el bacalao y ponemos deshilachado en un bol con los ajos, el perejil, la harina y el agua hasta que tengamos una pasta fluida. Añadimos el azafrán o colorante al gusto y probamos de sal.

Dejamos en reposo una hora, al menos.

Freímos en aceite caliente a cucharadas de la masa. Colocamos en sobre una papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Sobre las papas, por si estáis interesados os pongo un enlace porque la hemos hecho en otras ocasiones. Esta vez "al estilo de mi suegra" quedaron muy ricas.

Y espero que os guste. Un abrazo.

Mejillones a la marinera, receta francesa

No tenía idea de lo que iba a hacer de comer y al pasar por la pescadería cogí una malla de mejillones sin pensar en ninguna receta concreta. Primero se vinieron a la mente los belgas, con sus patatas fritas, pero luego me vinieron estos franceses que ya había hecho y que estaban para relamerse.

Los saqué de "Cocina Regional Francesa" uno de los libros de la colección de "Le Cordon Bleu".

La presentación, la forma de comerlos nos recordó a las almejas con chorizo que hice hace unos días pero del Caribe a Francia hay un largo camino. En cualquier caso, en los dos mojamos abundante pan.

Ingredientes para 4 personas

60 g de mantequilla

2 cebollas picadas

2 kilos de buenos mejillones limpios

2 cebollas

400 ml de vino blanco seco. Esta vez un denominación de origen Cádiz.

1 hoja de laurel

Abundante perejil pecado

1 bote de 200 ml de nata espesa

1 ramita de tomillo fresco

sal y pimienta recién molida

Cogí una olla grande y alta, derretí la mantequilla y añadí la cebolla hasta que estuvo transparente, cuidado que no se dore.

Agregué los mejillones, el vino la hoja de laurel y la ramita de tomillo. Cerramos la olla y llevé a ebullición a fuego fuerte, sacudiendo la olla de vez en cuando hasta que todos los mejillones se abrieron.

Retiré los mejillones, con su cáscara y todo. Los coloqué en la ensaladera grande en la que luego lo presenté.

Pasé el caldo por un colador fino a una cacerola para recalentar, incorporé la nata, probé de sal y pimienta.

Vertí nuestro líquido sobre los mejillones y acompañé con un pan con  buena corteza para mojar.

Aunque estas cantidades son para cuatro personas en nuestro caso nos la comimos los dos de siempre, en nuestra disculpa os diré que no pudimos con toda la salsa pero mejillones no quedó ninguno.

Un abrazo y si tenéis oportunidad disfrutad de este manjar.

Ensalada de naranjas marroquí

Es una refrescante ensalada, otra vez con naranjas, con aroma de azahar y unos dátiles. Del frigo a la mesa y a disfrutar.

Es realmente sencillo y el toque de azahar aunque se notó no resultó nada empalagoso. Color y sabor en tu mesa, no hay que renunciar a esta ensalada.

Ingredientes para dos personas

2 naranjas hermosas, que pesen

unas gotas de agua de azahar

4 dátiles

unas almendras crudas

una pizca de canela molida

hierbabuena picada y en tiras finas

Cortamos la naranja en vivo y luego en rodajas que vamos colocando en una fuente plana. Reservamos los jugos de naranja que al cortar no hayan soltado.

Mojamos con unas gotas de agua de azahar cada rodaja de naranja.

Cortamos los dátiles en finas tiras. También fileteamos las almendras. Ponemos sobre las naranjas.

Espolvoreamos con un poco de canela molida y al final aprovechamos el zumo reservado de naranja.
Ponemos un poco de hierbabuena picada.

Al frigo hasta la hora de comer (con un rato es suficiente). Y al servir unas tiritas de hierbabuena fresca.

Fácil, distinta, una ensalada que no olvidarás.

Un abrazo.



Almejas con chorizo

En casa el chorizo lo usamos poco: en los potajes, como embutido, pero no lo solemos añadir a otras comidas. Pensábamos que el sabor intenso del chorizo enmascara sabores.
Qué equivocados estábamos. Al menos esta vez no fue así.

La receta la saco de un librito "El libro de la Cocina Etnica", de Begoña Arce, que tengo desde hace años. Aparece en la sección del "Caribe" . No creía que pudiera estar tan rico y nunca hasta ahora me he decidido a hacerla.

Al final es algo muy rápido que podemos servir en una fuente grande, con su caldo, para compartir. O en cuencos individuales. Se suele acompañar de pan frito aunque yo me puse una buena barra de pan para mojar.

Ingredientes para dos personas

1/2 kilo de almejas

2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

un chorizo (usé uno asturiano, con poca grasa) de 75 g, en un trozo

1/2 cebolla picada

2 dientes de ajo

1 tomate picado sin piel ni semillas

2 cucharadas de perejil picado

1 hoja de laurel

1 vaso de agua de vino blanco seco, usamos uno que se podía beber, es más nos acompañó durante la comida

pimienta negra molida

En una sartén calentamos el aceite y freímos el chorizo entero durante unos 5 minutos. Sacamos y cuando esté frío cortamos en rodajas.

Si tenemos mucha grasa en la sartén la retiramos dejamos 2 cucharadas donde doramos la cebolla y el ajo picados a fuego medio.

Añadimos el chorizo, el tomate, el perejil, el laurel, la pimienta y el vino. Llevamos a ebullición, añadimos las almejas y cubrimos con la tapadera.

Dejamos hervir a fuego vivo, moviendo la sartén de vez en cuando. Servimos en tazones individuales o en una ensaladera honda. con trozos de pan frito o no frito.

Un festín que puede impresionar a tus invitados. Espero que os guste.

Tabulé con manzana

Otra receta libanesa de éxito mundial. La hemos sacado de "Cocina libanesa de ayer y de hoy" de Andrée Maalouf y Karim Häidar. Se preocupan mucho en definir su tabulé: verde (perejil y hierbabuena) y algo de rojo del tomate, algo de cebolla y muy poco bulgur.

Alguna vez lo había hecho pero este es esencialmente perejil y un intenso sabor a limón.

En el libro nos ponía que como toque atrevido, nada tradicional, podíamos ponerle cubitos de granny smith. Seguí el consejo al pie de la letra y además adorné con la manzana también. El sabor ácido de la manzana no cambia para nada el conjunto del plato y aporta color y textura.

Ingredientes para dos personas

1 tomate

1 cebolleta

1 manojo abundante de perejil de calidad

3 ramas de hierbabuena

1 cucharada de bulgur fino (si no lo encuentras usa cuscús)

50 ml de zumo de limón (uno y medio)

30 ml de aceite de oliva

sal

La proporción entre perejil y hierbabuena es 3:1. La de limón y aceite de oliva es 3:2, más limón que aceite.

Lavamos y secamos las hierbas verdes, picamos bien la cebolleta y el tomate en dados. Cortamos un cuarto de manzana en cubitos, con su piel, y el resto de la manzana en láminas que pasamos por limón y reservamos para decorar.

Separamos los tallos de las hojas de perejil y las picamos bien finas.

Ponemos el bulgur en una ensaladera, añadimos las cebolletas, los tomates, el perejil, la manzana en cubitos, el zumo de limón, el aceite de oliva y la sal. 

Mezclamos bien. Dejamos que repose un poco así el bulgur irá absorbiendo los sabores.

Quitamos los tallos de la hierbabuena y picamos bien las hojas. Las añadimos al final porque se ennegrecen.

Montamos en una fuente decorada con las láminas de manzana. Buen provecho.

Nasi Goreng, un arroz oriental

Este es un arroz que siempre he encontrado en los recetarios de arroces, un arroz típico de Indonesia y Malasia y que aunque su nombre nos pueda parecer enigmático y complicado no significa otra cosa que arroz frito. Ese arroz que estamos tan acostumbrados a comer en los restaurantes chinos.

Son muy fáciles de hacer. Tienes el arroz cocido al dente y luego salteas los ingredientes incorporando el arroz que puede haber estado cocido con anterioridad. Así se convierte en un plato rápido, con el que puedes salir del paso en un momento de apuro.

He usado el arroz que toca: el arroz jazmín, este que véis abajo en la foto, tiene un aroma muy rico y aunque también podéis hacerlo con basmati este es algo más duro y es menos delicado, aguantará la cocción sin tener tanto cuidado.

El ingrediente más difícil de conseguir ha sido la pasta de gambas pero he tenido la suerte de encontrarla a la primera en la tienda de especias del mercado del Olivar (aquí en Palma).

Así que os presento un platito de arroz malayo, con mucho sabor a mar, picantito y que si encuentras la pasta de gambas podrás hacer en un periquete.

Ingredientes para dos personas

5 puñados de arroz jazmín

sal

agua

1 pechuga de pollo en cubos

1 paquete de gambones congelados al vacío

4 filetes de anchoa en aceite

4 cucharadas de salsa de soja

1 cucharada de azúcar moreno

1 cebolleta fresca

1 guindilla roja fresca

2 dientes de ajo

3 escalonias

1 cucharadita de pasta de gambas

1/2 cucharadita de cúrcuma molida

6 cucharadas de aceite de oliva suave

sal

El arroz lo cocí en pilaff, pero podéis cocerlo normal y luego pasarlo por agua fría para cortar la cocción, así quedará al dente, y reserva.

En el vaso de la batidora ponemos el ajo pelado, las escalonias, la guindilla sin semillas, la cúrcuma, la salsa de soja, el azúcar moreno y la pasta de gambas. Trituramos.

En un wok calentamos la mitad del aceite y salteamos la gambas unos 30 segundos o algo más si son gordas, reservamos. Agregamos el pollo y doramos unos minutos, reservamos también.

Calentamos en el mismo wok el resto del aceite, salteamos la mezcla espesa y con un sabor profundo que hemos hecho en la batidora. La salteamos un minuto, sin parar de remover y añadimos el arroz. Agregamos las anchoas picadas. Mezclamos todo.

Terminamos agregando las gambas y el pollo. Y ya en el plato decoramos con la cebolleta cruda en tiras, y con algo de su parte verde.

Espero que os guste. Un abrazo.

Pizzas con pimientos del piquillo y sobrasada

Los domingos comemos pizzas sí o sí, pero hay veces que no la tenemos preparada y que tenemos que improvisar. Y todos sabéis que a veces las que salen así son las mejores.

Hicimos esta vez pizzas individuales: mis niños de atún, ella con forma de luna y él, entre risitas, jugaba a ponérmelo difícil, me pidió un garabato. Para la mamá hice una con pimiento de piquillo y algo de queso azul, la mía es la que aparece en crudo arriba y hecha abajo: pimientos del piquillo y un poco de sobrasada.

La masa salió muy crujiente. Mezclamos fuerza con maíz e integral, nos gustó.

La masa

150 g de harina de fuerza

50 g de harina de maíz

100 g de harina integral

1 cucharadita de miel

1 cucharadita y media de sal

2 cucharadas de aceite de oliva virgen

agua tibia

1/2 cubo de levadura fresca

Relleno de pimiento de piquillo y azul

tomate frito Hida con pimientos asados

1-2 pimientos del piquillo en tiras

cebollita morada en juliana

25 g de queso gruyere

mozzarella desmenuzada

chorrito de aceite de oliva

Relleno de pimiento de piquillo y sobrasada

tomate frito Hida con pimientos asados

2 pimientos del piquillo en tiras

cebollita morada en juliana

unos pegotoncitos de sobrasada

mozzarella desmenuzada

 

Esta vez nos sobró masa y realizamos unos panecillos bien pequeños con un corte central que hicimos en el mismo tiempo que la pizza, quedaron bonitos.

Hoy no os pongo más sobre cómo hacer la pizza, en cualquiera de las otras podéis ver cómo hacer la masa o cómo la horneamos.

Fue algo improvisado pero que nos salió bien rico y merece la pena guardarlo y contarlo.

Un abrazo.

Esta fue la de Loli, con un poco de gruyere.

Ensalada con halloumi, calabacín y pimientos rojos

Esto ir descubriendo ingredientes nuevos en los libros, en blogs, te va familiarizando con sabores que nunca pruebas. Pero a veces encuentras ingredientes que sólo has visto en libros y te entra una alegría por el cuerpo. Aún recuerdo lo contento que me puse cuando encontré el ají amarillo, o el ají panca. Ahora le toca el turno a un queso que aparece en recetarios de Meze, ese "tapeo" que hay en Grecia y otros países mediterráneo. El queso se llama Halloumi, es de Chipre, y se suele comer tanto crudo, como frito como a la plancha y se hace con leche de cabra y oveja (os dejo un enlace en wikipedia). Y de esta última forma es con la que nos hemos atrevido.

He encontrado algunas recetas en la blogosfera, hemos recogido la idea y hemos hecho una ensalada muy rica y sabrosa. Este queso es compacto y aún es más compacto cuando se marca en la plancha. En la ensalada lo comimos con cuchillo y tenedor. El tostado le da un aroma muy rico.

Luego vinieron el calabacín, la ensalada y los pimientos rojos aportando textura, sabor y color.

Ingredientes para los dos de siempre

un taco de Halloumi, viene en un envase con su salmuera, cortamos en láminas y secamos

pimientos rojos asados, compré un paquete de los que venden preparados, en tiras

1 calabacín en rodajas no muy finas

ensalada de brotes frescos y rúcula mezcladas

1 cucharada de limón

3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

sal

1 cucharada de alcaparras

Hacemos la vinagreta mezclando los ingredientes (zumo de limón, aceite, sal y luego las alcaparras) en un bote con tapa y agitando.

Luego hacemos los calabacines ligeramente enaceitados en la plancha. Los marcamos un poco y salamos al dar la vuelta. Queremos un textura crujiente y hay que tenerlo poco tiempo. Reservamos.

Ponemos las láminas de queso para marcar, bajando un poco la intensidad del fuego.

Montamos nuestra ensalada rápidamente para que el conjunto quede tibio. Colocamos nuestras lechugas en el fondo. Encima ponemos en el centro los pimientos rojos. A un lado el queso y al otro los calabacines.
Regamos con la vinagreta y a disfrutar.

Un abrazo y espero que os guste.

Ensaladilla rusa con musa y recuerdos

No es la primera que os la pongo pero sí que es la primera de este año. Y es que son muchos los recuerdos asociados a este plato. Es lo primero que montaba, mucho antes de que supiera hacer nada en la cocina, recuerdo las tapas que me tomaba de mozo en el bar "Las Palomas", en mi Cádiz, famoso por sus tapitas de ensaladilla, también recuerdo cuando se reunían las familias en Vejer y las madres traían todas sus ensaladillas , a cuales mejores, y todas te contaban su secreto y me recuerdo a mí preguntando cómo las hacían. Es un plato recurrente y mítico que creo que para mí durante un tiempo perdió su importancia pero que cada día la recupera con más fuerza.

En otra en entrada ya os lo conté: los domingos mi madre me ponía con las patatas cocidas y todas las latas y la mayonesa y me entretenía en montarla meticulosamente. Cortando cada cosa con cuidado. ¡Cómo para no tenerle cariño a este plato!.

En cualquier caso, me gustaría que me contárais vuestro secreto para preparar esa inigualable ensaladilla que os coméis en casa. Os dejo enlaces con mis otras ensaladillas por si queréis ir variando: ensaladilla rusa, ensaladilla de langostinos, ensaladilla con huevas de caballa.

Todo este ataque de añoranza empezó cuando me tomé una tapita en el bar "Jamón", en Cádiz, y culminó cuando vi un bote de mahonesa Musa, que era la que me ponía mi madre en aquel tiempo.

Ingredientes

6 patatas cortadas en cubos del mismo tamaño

1 zanahorias en cubitos pequeños

3 huevos L

unos pimientos del piquillo

un 1/4 de cebolla picada fina

unas aceitunas rellenas de pimiento

sal

aceite de oliva

un chorro de vinagre de manzana

una latita de guisantes en conserva

un bote de filetes de atún en aceite de oliva

un bote de mahonesa Musa

Cocemos las patatas en cubos y las zanahorias picadas en agua salada, a los poco minutos de hervir ponemos los huevos y a los 10 minutos de haber puesto los huevos apartamos la olla, sacamos los huevos y los pasamos por el chorro de agua para cortarle la cocción.

Las patatas y las zanahorias preferimos "aliñarlas" en caliente y le ponemos un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y un chorrito de vinagre de manzana. Mezclamos y dejamos reposar.

Vamos preparando el resto de ingredientes y la decoración. Cortamos tiras de pimiento del piquillo, picamos algunas aceitunas, la cebolla,  picamos dos huevos y el otro (el de decorar) lo cortamos en rodajas. Desmenuzamos los filetes de atún.

Unimos las patatas con el resto de ingredientes (no ponemos piquillos dentro, solo decorando) y mahonesa hasta que nos guste y quede bien cremoso. Luego una capita fina para cubrir y decoramos como más nos guste.

También nos comimos unos boquerones con sorpresa. La receta no es nada del otro mundo pero para variar no está mal. Un puñado de boquerones limpios y sin cabeza ni espina central. Salamos y en el lugar de la espina ponemos una tirita de pimiento del piquillo. Cerramos, pasamos por harina y luego por huevo. Freímos en aceite de oliva bien caliente.

Dos tapitas para tomar con una cervecita. Un abrazo.

Paella con romero a las 10:10

Publicaba hace unos días nuestra amiga Ana, La cocinera de Bétulo, una paella valenciana que recogía de Pepekitchen. Así por el camino nos iban dando pistas para que hiciera ésta. Igual pero con algún cambio.

Y no suelo hablar de marcas, es más tampoco suelo usar caldos preparados. Pero esta vez muestro varios productos que hemos usado. Por un lado, el congelado de verduras de paella nos ha gustado, el caldo para paella Aneto me pareció caro, prefiero el de pollo, de la misma marca, aunque tenga que sacar un poco más de sabor . El arroz Signo Valencia nos está quedando bastante enterito y lo estamos usando mucho.
Sobre el nombre de la paella contaros que siempre me ha dado cierto apuro hablar de "paella", quizás cierto miedo a los puristas, siempre las llamo "arroces secos". Así que en el último momento y cuando fui a colocar el romero me dí cuenta de que esta hora era la mejor, la hora de los "relojes nuevos". No sé si sabéis que todos los relojes se publicitan con esta hora. Entonces la llamo paella pero le doy un toque de humor.
A las 10:30 seguro que ya no quedó ni un granito.

Ingredientes para los dos de siempre:

Aceite de oliva virgen extra

225 g (medio paquete) de verduras para paella congelado (garrofons, judías verdes y judías blancas)

Caldo Aneto para paella valenciana, hasta el tornillo de la paella, entre 500 y 600 ml.

5 puñados de arroz Valencia, o bomba

2 ramitas de romero

1 pechuga de pollo en dados

sal

1/2 pimiento rojo picado

Limón para servir

Precalentamos el horno a 220º.
Cocemos la verdura congelada en agua hirviendo y salada durante 15 minutos. Luego la pasamos por agua fría para cortarle la cocción y reservamos.
En la paella con aceite de oliva doramos el pollo en dados, casi al final añadimos el pimiento rojo, damos unas vueltas más.
Añadimos dos tomates rallados con algo del caldo. Cocemos unos minutos.

Incorporamos caldo hasta el tornillo de nuestra paella y nuestra verdura. Cuando recupera el hervor añadimos el arroz y dejamos cocer durante 10 minutos a fuego medio-alto.
Colocamos las dos ramas de romero a las 10:10. Metemos en el horno durante 8 minutos.

Tapamos con un paño para que reposo unos minutos. Servimos con limón.

Espero que os guste, buen fin de semana y gracias Ana.

Pepino libanés al agua de azahar

Últimamente se nos ofrecen muchos y apetecibles concursos en la blogosfera, y nos hemos presentado a varios. Hoy repito con el de Cristina de "La cocina de Cristina" un concurso de ensaladas, "La ensalada más cañera". Mi primera aportación fue la ensalada de naranjas y aceitunas, una rica pero familiar porque en nuestros recetarios nacionales podemos ver otras ensaladas con naranjas. Pero la aportación de hoy para mí es más novedosa: es una ensalada de pepino.

Aunque el pepino ha estado macerado en una mezcla con azúcar, agua de azahar y es resultado es un sabor muy distinto al original. Se transforma y queda muy dulce y rico, termina teniendo un sabor que se parece más al de un melón que al de un pepino. Ideal para impresionar.

Lo he sacado de un librito que me compré hace años, "Prueba esto y cásate conmigo" de Raphaële Vidaling. Son recetas para enamorar, para dos personas.

En cualquier caso, ya estoy casado y he hecho la receta.

Ingredientes para dos personas

1 pepino holandés o dos grandecitos

1 cucharada sopera de vinagre (usé de manzana)

2 cucharadas soperas de azúcar

4 cucharadas soperas de agua de azahar (sin miedo luego no queda empalagoso)

3 cucharadas soperas  de aceite de oliva 

2 cucharadas soperas de perejil picado

4 cucharadas soperas de hierbabuena picada y una ramita para decorar

sal (puse dos pizcas) y pimienta recién molida

Cortamos el pepino en dos a lo largo y sacamos dos láminas finas con un cuchillo, cortador, el pelapatatas..., como queráis pero finas para que luego mantengan la forma redonda de la foto.

Las envolvemos en film y las guardamos en la nevera.

Pelamos el resto del pepino. Si hay demasiadas semillas podemos quitárselas. Cortamos la carne en daditos.

En un botecito con tapa mezclamos el vinagre, la sal, la pimienta, el azúcar, el agua de azahar. Tapamos el bote y batimos (como una coctelera). Añadimos el perejil y la hierbabuena picados.

En un bol o en un "taper" unimos el pepino con el líquido que hemos mezclado y dejamos macerar tapado y en el frigo durante unas horas. Lo ideal dicen que es medio día, yo lo dejé entre 3 y 4 horas.

En el momento de presentar se escurre muy bien el pepino del líquido. Formamos dos cilindros con las láminas reservadas. Rellenamos con los daditos y decoramos.

Un sabor distinto y refrescante. Espero que os guste.

Ensalada de naranjas y aceitunas negras

Una ensalada griega pero en definitiva muy mediterránea. Refrescante y bonita.

Con ella me quiero presentar al concurso del blog de Cristina , de la cocina de Cristina : "una ensalada cañera". El tema da para mucho y puede que haga una segunda aportación. Aún tenéis hasta el 24 de Mayo para participar, así que os da tiempo sí o sí.

Ingredientes para cuatro personas

4 naranjas de cáscara gruesa

1 cebolla roja pequeña en juliana fina

aceitunas negras griegas deshuesadas, posiblemente no las encuentres, usa sevillanas

6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra

2 cucharadas de zumo de limón

una pizca de azúcar

sal y pimienta

hojas de lechuga

hierbas frescas picadas (perejil, hierbabuena, eneldo o tomillo) para decorar

Pelamos las naranjas en vivo, retirando las partes blancas y las cortamos en rodajas delgadas o en gajos como hice.

En un cuenco grande ponemos las naranjas, la cebolla en juliana fina y las aceitunas negras. Además ponemos el líquido que hayan soltado las naranjas al pelarse.

Para el aliño batimos en un botecito con tapa (a modo de coctelera) el aceite, el zumo de limón, la sal y pimienta. Vertemos sobre los ingredientes de la ensalada, mezclamos.

Dejamos enfriar durante unas 2 ó 3 horas antes de servir en una fuente con un fondo de hojas de lechuga (no uso cuchillo, rompo las hojas con las manos).

Y decoramos con las hierbas para que nos quede bonito.

Si no tenemos tanto tiempo de antelación podemos hacerla directamente sin ese reposo en la nevera y seguirá siendo deliciosa.

Un abrazo y espero que os guste.

Pizza de berenjenas y mimolette

Es la pizza que he hecho esta mañana dominguera y que estoy escribiendo rápidamente para meterla en el concurso de Alicia que cierra dentro de unas horas. Será mi segunda aportación, la primera fue una pizza florentina y con ella volvemos a celebrar el cumpleblog de nuestra amiga.

Nos ha gustado, no es la primera de berenjenas que hemos hecho y espero que os guste.

Sobre la masa hemos usado nuestra masa con harina de garbanzos pero esta vez hemos puesto cambiado la cucharadita de miel por caramelo líquido. Diría que le ha ido bien y que podríamos aumentar la cantidad sin problemas.

Sobre el relleno deciros que hemos usado una salsa de tomate ecológica, marca Hida, que también lleva pimientos asados con lo cual ganamos en aroma, las berenjenas las hemos marcado en la plancha. Sobre el queso hemos usado un paquete para ensaladas que llevaba un 60% de mimolette y 40 % de otro tipo edam.

Unos piñoncitos por aquí, un poco de cebollita morada por allá y ...voilà.

Ingredientes

Para la masa (con estas cantidades sobra)

200 g de harina de fuerza

50 g de harina de garbanzos

2 cucharadas de aceite de oliva virgen

1 cucharadita de caramelo líquido

1 y media cucharaditas de sal fina

agua 

Para el relleno

1 berenjena mediana en rodajas y marcada por la plancha

unas cucharadas de salsa de tomate con pimientos asados

un paquete (150 g) de queso para ensaladas (mezcla de mimolette y tipo edam)

2 cucharadas de piñones

orégano seco

aceite de oliva virgen extra 

1/4 de cebolla morada pequeña cortada en juliana

La masa como otras veces cuando ha levado las desgasificamos, la extendemos en la encimera ligeramente enharinada y la colocamos en la placa del horno enaceitada.

Ponemos unas cucharadas de la salsa de tomate espesa (si la veis líquida lo mejor es reducirla) dejando un borde de unos 2 cm libre, encima la berenjena, los quesos, los piñones, la cebolla en juliana, el orégano y un chorrito corto (para que no resulte pesada la pizza).

Y al horno a tope, posición media, arriba y abajo, hasta que el borde que hemos dejado libre estén dorado.

Un besote a todos.

Halva de zanahorias

Con este postre me presento al concurso que Angie de "La cocina de Angie", paisana mía, organiza para celebrar sus más de 1000 seguidores y un montón de visitas. Así que lo celebramos con ella.

Recuerdo la primera vez que probé este postre indio. Llevaba poco tiempo en Mallorca y en pleno verano entre en un pequeño restaurante donde el dueño, un señor español, había contratado un cocinero indio. Cuando esperábamos el postre el dueño nos dijo que nos iba a traer un postre que nos iba a encantar, y que teníamos que adivinar cuál era el ingrediente principal.

Evidentemente, no lo acertamos. Pero desde entonces quedé enamorado de este postre que luego he comido en muchos restaurantes indios y también en casa en ocasiones especiales.

Eso sí, tiene una cocción larga, son dos horas, al menos en esta versión que os presento, y hay que ir moviéndolo para que no se pegue al fondo.Pero luego lo puedes mantener en la nevera unos días en los que disfrutarás de lo lindo.

Junto con el helado de pistachos, el kulfi,  es el postre indio que más me gusta, pero últimamente va ganando puestos y lo prefiero al helado.

Ingredientes

500 de zanahorias peladas y ralladas gruesa, cómpralas de calidad

1 litro y 200 ml de leche entera

1 palo de canela

2 cardamomos

40 g de pasas de corinto (pero no lo puse, a mi mujer no le gustan, que le vamos a hacer)

unas hebras de azafrán diluidas en una cucharada de agua caliente

1 cucharada de miel

40 g de mantequilla, aunque si encontráis ghee (mantequilla clarificada) es preferible

azúcar

acompañamos con un rosetón de nata montada

cardamomo molido, almendras laminadas o pistachos troceados para decorar

En una olla de fondo grueso ponemos la zanahoria, la leche y la rama de canela y ponemos a hervir a fuego algo 1 minuto y luego bajamos a medio-bajo para reducir. Hasta que quede una cuarta parte del líquido inicial.

Añadimos el cardamomo y el azafrán. Seguimos reduciendo hasta que no quede líquido.

Ahora la mantequilla, que se disuelva.

Agregamos la miel, el azúcar y seguimos removiendo durante 5 minutos.

Servimos caliente, acompañado de nata montada o helado y adornado con cardamomo molido o como en nuestro caso con unos pistachos troceados.

Se come una pequeña cantidad, caliente y adornada. Y tienes para varias veces: lo caliento en el micro, luego le pongo nata y a disfrutar de postrecito chulo.

Un besote.

Papas en verbena

Con este guiso que me trae tan gratos recuerdos y que pongo semanalmente en casa me presento al concurso que ha organizado mi amiga Marcela de "For de love of food, travel and wine", un blog que admiramos, del que aprendo mucho y con el que comparto el gusto por las cocinas de países lejanos. "Mamás cocineras especiales" se llama este concurso que además conmemora el primer aniversario del blog.

Este guiso de patatas me lo hacía mi madre de pequeño, lo tenía un poco olvidado y cuando mi niña Irene empezó a tomar huevo lo recuperé y ahora es una de las comidas de los dos pequeños y también de los mayores. Sana y sencilla.

A los peques aún se la aplasto con el tenedor pero cuando eran más pequeños se la pasaba por la túrmix y la crema con sabor a aceite de oliva me parecía de lo más delicada.

No hay ninguna dificultad, todo cuece a la vez. Ahora sí, el aceite lo prefiero poner al final para disfrutar más de su aroma, y es mucho más sano.

Ingredientes

2 patatas por mayor cortadas al crack ó 1 por niño

1 zanahoria hermosa en rodajas finas

1 pimiento verde, con un corte a lo largo

1 tomate con un corte alrededor

unas ramitas de perejil

1 cebolla picada

unos dientes de ajo picado

2 hojas de laurel
sal

aceite de oliva virgen extra

En una olla ponemos las patatas cortadas, la cebolla, el ajo, el pimiento, el tomate, el perejil, el laurel, un poco de sal, el agua justa para cubrir, un poco de sal y un chorro corto de aceite.

Cocemos hasta que esté blando, probamos de sal y ponemos un huevo por persona. Cocemos un poco o dejamos que se haga con el calor residual de la olla apagada, al gusto.

Y en el mismo plato, una vez servido nos ponemos un chorro hermoso de aceite de oliva virgen extra. Sano, sano.

Para mis niños: saco un huevo en su plato, un poco de patatas, algo de caldo (según la consistencia que queramos darle al plato), su chorro de aceite. Pasamos por túrmix o tenedor según la edad o gusto del pequeñín en cuestión.

Y esperemos que se lo coman bien y no nos den muchos disgustos.

Después de unos días de vacaciones y cierto bajón blogueril, espero recuperarme y  visitar a todos los que soléis venir por aquí. Un besote a todos.