Tocaba pizza y venía dándole vueltas y no venía la inspiración cuando pasé por una frutería conocida donde puedo comprar grandes cantidades de albahaca fresca, recién cortada, y a buen precio. No lo dudé pensé en hacer un pesto y en ponerlo de base a una rica pizza.
En un librito de pizzas que me había comprado "500 pizzas y panes planos", de Blume, venía una con pesto y tomate, nosotros no nos conformamos y pusimos más color.
El resultado una pizza atípica, con un colorido impresionante, rica y....bueno, ya la veis, es que no hay palabras.
Ingredientes para dos personas
250 gr de masa de pizza (dejo un enlace con otra de las pizzas "pissaladière")
un pesto básico, sobrará:
100 de albahaca, retiramos ramos y dejamos las hojas
50 gr de queso parmesano que rallamos
5 ó 6 cucharadas de aceite de oliva
25 g de piñones
sal y pimienta
1 tomate de pera en rodajas
1 pera y media, madura pero entera, en láminas, con su piel
un poco de zumo de limón para que no se oxide la pera cortada
más piñones
algo de sal los tomates´
pimienta negra recién molida para terminar
Después que nos haya subido la masa las desgasificamos, la extendemos y colocamos sobre la placa enaceitada.
Extendemos nuestro pesto dejando un borde libre. Encima ponemos el tomate, la pera, la mozzarella desmenuzada en trozos pequeños, algunos piñones más y pimienta negra.
Nosotros la metemos en el horno precalentado a tope (unos 270ºC) a altura media y hasta que se vean los bordes dorados, nos tarda unos 10 minutos, pero como sabéis cada horno es un mundo. Lo ideal es mucha temperatura y hasta que se dore, en poco tiempo. Incluso si tenéis una piedra de hornear podéis conseguir más temperatura, quedará aún mejor. Personalmente no suelo utilizar la piedra para las pizzas por simplificar un poco el proceso pero el resultado sería aún mejor.
Espero que os guste. La parte central no es tan crujiente como otras, hemos usado productos con mucha agua, pero quedó muy rica.
Un abrazo.