Esta cosa tan rica que estáis viendo es una croqueta que hemos hecho siguiendo un libro de esos a los que les tenemos mucho cariño. Un libro de recetas recogidas por el "Centro de estudios e investigaciones de Paterna. El Alcaucil" y que se llama "Guisos populares en la Janda interior", en la provincia de Cádiz, es decir, recetas de señoras que cocinan de forma muy tradicional y muy bien y que se han dignado a transmitirnos toda esa sabiduría.
He usado los consejos de dos de sus recetas para hacer la mía propia. Es una receta de aprovechamiento del "puchero" en la que utilizamos pollo. Además no es una bechamel clásica ni mucho menos, mucho más rápida de hacer, y en la que no usamos leche sino el caldo del puchero, una textura distinta, delicada y con mucho sabor.
Salió una buena cantidad que congela muy bien. Así que sin más preámbulos vamos al lío.
Ingredientes
1 vaso pequeño de aceite de oliva
1 cebolla mediana picada fina
1 pechuga de pollo cocida del puchero picada
las hojas de una mata de hierbabuena picadas
pimienta negra molida
1/2 litro de caldo de puchero o cualquier caldo de ave, preferiblemente casero
hemos usado el caldo de pollo con pollo que hicimos hace unos días
harina la que admita
sal
pan rallado por nosotros
2 huevos batidos
aceite de oliva para freír
En una sartén amplia y de fondo grueso ponemos el aceite y pochamos la cebolla, luego añadimos el pollo y la hierbabuena, la pimienta y la sal.
Dejamos unos minutos a fuego lento y añadimos todo el caldo. Cuando comience a hervir le vamos agregando harina mientras movemos con una cuchara de madera. Hasta que la masa se despegue totalmente de la sartén. Probamos de sal.
Ponemos la masa en una fuerte y dejamos que se enfríe tapada con un film transparente para que no cree costra.
Luego hacemos la croquetas. Hoy hemos usado otro método que nos gusta mucho y que aprendimos de el gran chef José Andrés:
Enharinamos ligeramente la superficie de trabajo.
Cortamos la masa en tiras que hacemos rodar sobre la harina para que se redondee, luego cortamos con el cuchillo del tamaños de croquetas.
Ahora pasamos por huevo batido y luego por pan rallado que hemos hecho en nuestra picadora.
Nos queda freírlas en aceite caliente en tandas de 4-5 cada vez.
La masa es más rápida de hacer que una clásica bechamel y el formado de las croquetas es mucho más rápido que con cucharas, así que hemos ganado mucho tiempo y no hemos perdido nada de sabor. ¿Merece o no merece la pena intentarlo?. Pues nada, habrá que remangarse y meterse en faena.
Deben de estar riquísimas estas croquetas y la yerbabuena le tiene que dar un saborcito estupendo. Besos.
ResponderEliminarQue croquetas más increibles, estas son de las mejores que se puede comer. A nosotros por aquí nos han pasado otra parecidas a las tuyas. Ya mismo nos vamos a poner manos a la obra.
ResponderEliminarExcelente receta.
Saludos
Con su toque de hierbabuena, que ricas. Beso de Orquidea59
ResponderEliminarUna croquetas de auténtico lujo!!! para no dejar ni una!!!!
ResponderEliminary la nueva foto de portada... impresionante!!! me encanta!!!
;-)
Piligoto, lo estaban y aún me quedan congeladas unas cuantas para agasajar a mis invitados.
ResponderEliminarUn abrazo.
José Manuel, esta es de las que te gustan a tí, de las tradicionales, son de Paterna.
ResponderEliminarUn saludo.
Orquídea, ese toque le da un aroma diferente y muy rico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Las croquetas muy bien, aprovechando ese caldo tan rico que habíamos hecho. La foto fue de mi última visita a Cádiz, del campito de mi suegro, que me dí un paseíto y me metí en fango para hacerle la foto a la barquita, pero ¿a qué es bonita?.
ResponderEliminarUn saludo.
Deliciosas y con ese caldito casero tienen que ser una explosión de sabor. La próxima vez preparo la bechamel de esta manera. Que antojo me está entrando de croquetas...
ResponderEliminarBicos
Deliciosas estas croquetas, aunque nunca las he probado con hierbabuena, tiene que darle un buen sabor.
ResponderEliminarSALUDOS
Rakelilla, es distinto, no es la textura del bechamel es un aroma al caldo casero, hay que probarlas.
ResponderEliminarTe gustarán.
Besiños.
Por el sur usamos mucho la hierbabuena, nos encanta. Aquí queda muy bien. Muy ricas.
ResponderEliminarUn abrazo.
ummm que ricasss... Las croquetas es mi trabajo casi todos los lunes.
ResponderEliminarBesotes
Unas croquetitas con su cerveza, qué bien.
ResponderEliminarNosotros los lunes solemos comer lentejas, somos de costumbres.
Un besote.
Yo me las comería todas...pero sé que los niños la hierbabuena...me van a decir que no...pero con ese caldito tiene uqe estar de muerte...
ResponderEliminarun abrazo
Neus, le quitas la hierbabuena y ponles algo que le guste a los niños, al gusto.
ResponderEliminarPodrás seguir usando el caldito y disfrutarlas igualmente.
Un abrazo.
Que ricas esas croquetinas¡¡¡¡¡
ResponderEliminarme encantan con todos los ingredientes
besos
Que bien va tener croquetas congeladas. Mi madre recuerdo que también las hacía con el caldo de la sopa. Bss.
ResponderEliminarIsa, son sencillas y tradicionales. Creo que merece la pena seguir usando la idea con variaciones más adelante.
ResponderEliminarun abrazo.
María, con el caldo casero siempre se han hecho, a veces también he escuchado que se puede usar mitad de caldo y mitad de leche, puede ser una opción interesante.
ResponderEliminarUnas croquetitas de toda la vida que nos pueden traer recuerdos.
Un besote.
Me ha gustado esta manera de hacer la bechamel y el toque de hierbabuena.
ResponderEliminarBesos.
Qué buena receta, para salirse de lo habitual en asunto de croquetas, además con hierbabuena, deben quedar con un toque como árabe que me hace la boca agua.
ResponderEliminarMe la anoto, desde luego, esta va a la carpeta.
Un beso.
Que buena....ese toque de hierbabuena tan arabe como dice Viena.....estan deliciosas.......Abrazotes, Marcela
ResponderEliminarNunca, que recuerde, he tomado croquetas con sabor a hierbabuena. Croquetas de restos de cocido sí.
ResponderEliminarAsí que habrá que probar este toque de menta en unas croquetas.
Después de días de trabajo, encuentros y cursos parece que la cosa empieza a calmarse y estaré más atento a lo que publicáis.
Saludos
El usar caldo en la masa debe dar un sabor tremendo.Me apunto el truquillo.
ResponderEliminarqué ricas unas croquetas caseras!!!
ResponderEliminarbs!
Seguro que estan deliciosas, las recetas tradicionales son las mejores.
ResponderEliminarSaludos.
holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa viendo tu foto me parecia santander! digo será o no sera? jeje que blog más bonito
ResponderEliminarPues qué ricas!!! hay que aprovecharlo todo, las mías son casi siempre de la carne del puchero. Ayer mismo hice en el horno media docena... estás más buenas que fritas, a mi gusto!
ResponderEliminarBesotes!!
a mi la hierbabuena..solo en los mojitos..pero por lo demas...me encantan
ResponderEliminarmmmm..ñam, ñam! Que buenas, donde estén unas croquetitas ricas, que se quite todo, verdad?
ResponderEliminarUn beso
Que rica receta, uhmmm, un beso.
ResponderEliminarClaro que merece la pena probarlas!! Tienen que estar fabulosas!
ResponderEliminarBesotes
¡Croquetinas de las buenas, qué ricas!!!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Que ricas las croquetas caseras, en casa nos encantan y creeme cuando te digo que experimento con ellas que da gloria verme. Las hago de todo, y todas nos gustan.
ResponderEliminarLas tuyas se ven divinas, un par de ellas me comia si pudiera. Aunque no sé si sería buena idea, yo con las croquetas soy mucho eh.. seguro que dos no me llegarían a nada. Bueno si, para comenzar a tomarles el gustillo y seguir jajajajaja
besines
Hola paisano, ya estoy en marcha otra vez, y estas croquetas son mi delirio, se las hago a mi nieta cada vez que voy a Malaga y se las dejo congeladas, porque no quiere otras, asi las hacia mi madre, aprovechando los avios del puchero, creo que las tengo en el blog, una receta para dejarselas a nuestros hijos como reliquia jajaja, besos
ResponderEliminarCocinera de Betulo, es mucho más fácil, no te pasarás ese rato largo dándole vueltas con la cuchara de madera, esperando que espese la bechamel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cocinera de Betulo, es mucho más fácil, no te pasarás ese rato largo dándole vueltas con la cuchara de madera, esperando que espese la bechamel.
ResponderEliminarUn abrazo.
El aroma de la hierbabuena queda muy bien y el aroma a caldo de mamá.
ResponderEliminarUn besote.
Marcela, a veces salgo a cenar y veo las delicatessen minimalistas y me pregunto ¿dónde estarán las croquetas y la ensaladilla?, el tapeo de por aquí de toda la vida.
ResponderEliminarCreo que han formado parte de nuestra dieta desde siempre.
Un abrazo.
Apicius,encantado de que podamos vernos.
ResponderEliminarCon esta y otras recetas.
Un saludo.
Pues habrá que probar estas croquetas tan curiosas, seguro que están bien ricas.
ResponderEliminarUn besico.
Pachi, es un truquillo que siempre he conocido, sale un aroma que a mí me parece muy casero, pero ya te digo que es muy tradicional
ResponderEliminarUn saludo
Eva, me alegra que te gusten. Tengo pendiente uno de tus panes, a ver cuando tengo algo más de tiempo.
ResponderEliminarUn besote
Amparo, podemos innovar con las croquetas pero hoy parece que no era el día.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mar, no es Santander, es Cádiz, a la entrada de la ciudad, una zona que es parque natural, las salinas de San Fernando.
ResponderEliminarMe alegro que te guste mi blog. Un saludo.
Locasita he hecho albóndigas al horno pero no croquetas, parece interesante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Espe, puedes prescindir de ella o cambiarla por otra hierba que te guste.
ResponderEliminarUn saludo.
Carol, estas croquetitas para empezar son la leche, aunque estén hechas con caldo. Un picoteo rico, rico.
ResponderEliminarUn besote.
Capisi, una para todos los días pero de las ricas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Alicia, quedaron bien ricas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Marhya, son ricas pero hace unos días probé unas de chipirones en su tinta que estaban para rabiar, a ver si un día me lo curro y las hago.
ResponderEliminarUn abrazo.
Merchi, son un vicio, como no te controles no hay fin. La verdad es que es una buena forma de innovar.
ResponderEliminarUn besiño.
Mamen, la receta pasarán a nuestros hijos pero las croquetas desaparecen en na y menos.
ResponderEliminarUn abrazo grande y un saludo para mi Cádiz.
Lolah, seguro que te gustan. Un besote.
ResponderEliminarUna receta de las de siempre!, esta seguro que le gusta a Jose Manuel!...y a mi!!!!
ResponderEliminarA veces lo hago lo de utilizar caldo en ves de lecche, pero lo del toque de hierbabuena me parece exquisito!!!
Mil besos !!!!!
Y además la saco de un libro escrito por cocineras anónimas de la zona, pura tradición. Por ahí abajo somos un poco árabes y nos encanta la hierbuena.
ResponderEliminarUn besote.
Que buena receta!!así puedo variar de la clásica del thetmomix que siempre hago.gracias.un abrazo esther
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado. Siempre estamos variando, y éstas están bien ricas.
ResponderEliminarUn abrazo.