Después de mis macarrones con tomate y de todos los recuerdos que este plato me trajo de la infancia y en este ataque de cocina caserísima, a más no poder, os pongo dos versiones de este plato tan español y que aparece en los grandes recetarios como en el de Simone Ortega.
Los ingredientes imprescindibles no son más que tomate, pasta y chorizo lo demás lo puedes poner tú. Nosotros hemos hecho dos versiones algo distintas pero con un resultado igual de rico.
En esta primera con unos macarrones de la marca Agnesi, grandes y rallados, funcionaron muy bien, el chorizo estaba curado pero lo domesticamos sin miramientos.
Ingredientes para los dos de siempre:
200 gr de macarrones
aceite de oliva virgen
1/2 cebolla
2 dientes de ajo
1/2 pimiento rojo
140 gr de chorizo
sal
1 lata de 800 gr de tomate entero pelado
2 ramitas de tomillo fresco
Cocemos al dente los macarrones en agua hirviendo con sal.
Mientras tanto sofreímos en una sartén grande y con un poco de aceite la cebolla, el ajo y el pimiento. A fuego medio-bajo y poniendo un poco de agua (2 cucharadas) antes de que llegue a coger mucho color. Dejamos evaporar, incorporamos el chorizo picado y sofreímos cuando aquello huela a gloria, cuando el chorizo vaya desprendiendo su aroma, ponemos unas cucharadas de agua, dejamos reducir y agregamos el tomate y las ramas de tomillo.
Dejamos unos 10 minutos y cuando esté hecha la salsa incorporamos los macarrones cocidos. Puede que de nuevo necesitemos algo más de agua para integrar todos los sabores.
En esta segunda versión (foto abajo) hemos una pasta que usamos bastante en casa, a lo niños les encanta, por ahora, los casarecce, que cumplieron fantásticamente la función de recoger esta salsa. El chorizo más fresco, un oreado, nos permitió un plato aún más rápido. Le dimos un toque de cilantro fresco.
Ingredientes para los dos de siempre:
200 gr de casarecce
aceite de oliva virgen extra
1/2 cebolla picada
4 dientes de ajo picados
1 pimiento verde picado
125 gr de chorizo
sal
1 cucharadita de azúcar
1 lata de 800 gr de tomate triturado
unas ramas de cilantro fresco
Añadimos la pasta y calentamos todo junto. Servimos con hojas de cilantro fresco roto con las manos y unas ramitas enteras para decorar.
Espero que os guste y que disfrutéis con esta comida tan sencilla.
Un besote.
A mi también me trae grandes recuerdos de la infancia, casí que me quedo con los primeros porque son mas parecidos a los de mi madre.
ResponderEliminarSaludetesss.
Javi.
Me gustan los dos, seguro, pero los primeros tienen un color muy bonito y hasta humo les sale todavía.
ResponderEliminarBesos.
Cualquiera de las dos versiones es un acierto, aunque yo me quedo con la segunda por el toque de Cilantro. Besicos
ResponderEliminarMe encantan los dos pero, los primeros me como un buen plato si los pillo, biños
ResponderEliminaryo siemrpe los hago con butifarra, a mi hijo le chifla la pasta
ResponderEliminarUnos platos deliciosos ! me gustan las dos versiones y tienen una pinta buenísima !!
ResponderEliminarQue ricos los macarrones con chorizo, era el mejor día de la semana el dia que llegaba del cole y me los encontraba en la mesa. Los tuyos se ven apetecibles a tope.
ResponderEliminarUn besito
Buenísimo, un plato que nunca falla.
ResponderEliminarBesos.
La pasta es una delicia, y si probamos variaciones seguro salen muchos platos muy muy ricos. Besitos
ResponderEliminarComo se ven estos macarrones uuummmmmmsi los pillo me pongo moradita jejejee....Me encantas las fotos...besos
ResponderEliminarMe encantan estas variaciones, deliciosas.
ResponderEliminarSaludos
Yo me quedo con la segunda, el chorizo me cae mal, pero las dos son buenisimas, un besito
ResponderEliminarQue bien sientan unos buenos macarrones, yo no nunca los he preparado con chorizo, pero desde que me instalé en Zamora mi novio está obsesionado!!! Delicioso!!
ResponderEliminarun besazoooooo
Me quedo con las dos versiones ya que las dos me parecen deliciosas. Un besazo.
ResponderEliminarcosicasdulces.blogspot.com
Los macarrones están buenisimos de muchas maneras, pero la que más me gusta es la que lleva chorizo, es mi perdicción, besos
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