martes, 5 de mayo de 2015

Sweet vodka martini


Hice hace unos días una revisión de los cócteles que llevo publicados, son pocos, y comprobé que algunos de los que más me gustan, algunos de los que más he hecho, y que además son los más clásicos, aún no os los he enseñado.

Entre ellos estaba esta variación del Martini dry, uno de los cócteles más conocidos, de los que más se ha escrito. Un Martini dry es un cóctel que se sirve en un tipo de copa como la que véis (que se llama copa cóctel o copa martini), sin hielo, la copa debe estar enfriada.

Y curiosamente es una mezcla de sobre todo ginebra y un poco de vermú seco, en proporciones que suelen ir de 8:2 a 15:1. Como véis lo más importante en este cóctel es la ginebra, aunque por su nombre podría parecer lo contrario.

Sobre el nombre hay muchas teorías y algunas dicen que tienen relación con la marca Martini&Rossi y otras hablan de un señor Martínez en Boston u otro señor Martini en New York. Su historia se remonta a 1910.

Se suele servir con una aceituna o un trozo de piel de limón.

Pero a partir del Dry martini o Martini seco aparecen muchas variaciones. La más importante es el vodka martini, que usa vodka en vez de ginebra. Sería la clásica bebida de James Bond, que siempre pedía su martini "agitado, no removido". Y es que el martini no necesita coctelera, se hace en un vaso mezclador o de composición. Otra variación que nos gusta especialmente es el apple martini, la veremos pronto.




La variación de hoy es un vodka martini pero en su versión dulce. Cambiamos el vermú seco por el rojo dulce. También le añadiremos un poco de granadina y terminamos con la un trozo de piel de naranja.

Si quiere probar un cóctel, sin arriesgarte, para mí este sería ideal. Dulzón, rico.

Cómo lo hacemos:

Enfriamos una copa cóctel. O la metemos en la nevera con antelación o añadimos unos cubos de hielo y unas gotas de agua.

Cortamos un trozo de piel de naranja con el pelaverduras.

Ponemos abundante hielo en un vaso de composición (un vaso alto y grande valdría) y añadimos 2 medidas (60 ml de vodka) y una medida de vermú rojo (30 ml). Añadimos una cucharilla de bar (valdría una cucharadita) de granadina.
Mezclamos con la cucharilla hasta enfriar todo el líquido.

Con ayuda de un colador vertemos en las copas (a las que le hemos retirado el hielo para enfriarlas). Exprimimos el trozo de piel de naranja sobre la copa para que suelte sus aceites y aromas, la frotamos por el borde de la copa y la introducimos dentro.




Os dejo la foto del Sweet vodka martini junto a un Manhattan (el de la cereza), otro de los clásicos del que hablaremos pronto.

Un besote. Espero que os guste.

4 comentarios:

  1. No tomo alcohol pero de vez en cuando me lo puedo permitir y este tuyo .Bssss

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  2. Tiene que estar muy bueno, pero menudo peligro tiene con el toque dulce, para tomarlo en pequeñas cantidades y con algo comestible que llenar el estómago.
    Besos.

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  3. Pues otro trago que me voy a apuntar, que además llega el buen tiempo y hay más ocasiones para reunirse con amigos, preparar buena comida y para la sobremesa, los traguitos.
    Un beso.
    Marhya (enmilbatallas.com)

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  4. Pues nada ahora en las fiestas tú te encargas de la bebida que veo que sabes mucho y la verdad me apetece decir eso de agitado no removido, jeje
    Un besito

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